Las preocupaciones del espíritu

Proverbios 17:15-28

El pasaje de hoy nos exhorta a que pensemos con la sabiduría de Dios y confiemos nuestras vidas al Señor.

 ¿Cómo es Dios?

V. 15. Odia a la persona que juzga sin pensar en la mirada de Dios. ¿Qué medida utiliza al juzgar a las demás personas? Seamos honestos para que nuestro “sí” sea sí y nuestro “no” sea no.

 Enseñanzas

Vv. 16, 18, 24, 25. El necio no tiene un objetivo en su vida y vaga de un lugar a otro sin rumbo. Es por eso que sólo es preocupación para su padre y dolor para su madre. Busque la sabiduría en la Biblia. ¿Dónde aprende la sabiduría para vivir?

Vv. 17, 19. ¿Está manteniendo una buena relación con sus amigos? ¿Hay algún amigo al que no haya atendido por llevar una vida muy ocupada? Reflexione si su amigo no está pasando por algún momento crítico en el que necesite su ayuda. 

Vv. 20-23. Tal como el desvío en la ruta es zona de peligro, el corazón desviado no puede recibir bendición y solo sale violencia de su interior. ¿Tiene alguna preocupación? Escuche la voz del Señor que dice que no se preocupe por nada y déjeselo todo a Él (Filipenses 4:6).

V. 24. La verdadera sabiduría es serle fiel a la tarea asignada por Dios. Aquella persona que sin tener en claro su objetivo hace de todo un poco es una persona necia. ¿No está siempre soñando?  

Vv. 26-28. Ahorrar en palabras es sabiduría. Pensemos las palabras antes de ponerlas en la boca. Mientras más hablemos, más errores cometemos. Arreglemos nuestra personalidad apurada y digamos las palabras necesarias para cada situación. No divulguemos secretos de los demás ni pongamos en nuestra boca alabanzas para nosotros mismos. Adiestre su lengua. Las palabras revelan la personalidad de cada uno. 

 Oración: Enséñame todos los días de tu palabra para aprender la verdadera sabiduría.