Proverbios 23:15-35
Si en la primera parte del capítulo 23 nos prohibían codiciar, esforzarnos por este mundo, decir necedades, robar y engañar, en la segunda parte nos ordenan escuchar la Palabra, ser sabios, ser honestos, adorar a Dios y alegrar el corazón de los padres.
¿Cómo es Dios?
V. 17. Es a quien debemos estar adorando siempre. ¿No está escuchando que su fe es buena un día pero mala otro? Medite la palabra de Dios constantemente todos los días. Va a ser guiado a una fe fuerte.
Enseñanzas
Vv. 15-18. ¿Cuáles son sus ambiciones para sus hijos? ¿Está educando a sus hijos con valores correctos frente a Dios? Evite decir palabras que transmitan envidia de los malvados que son prosperados frente a sus hijos. Los chicos escuchan y aprenden. ¿Está más interesado en los estudios y en las notas del colegio que la vida espiritual de ellos? Enseñe a orar a sus hijos. Es muy importante adquirir la costumbre de orar desde muy pequeños.
Vv. 19-21. La carne y el vino muestran los placeres de este mundo. No son pecado de por sí, pero debemos cuidarnos porque nos llevan a una vida inútil. Que nuestros compañeros disfruten del alcohol no significa que nosotros debamos hacerlo.
Vv. 22-25. No debemos despreciar a nuestros padres en la vejez, sino escuchar la sabiduría de ellos fortalecida por los años de experimentar a Dios en sus vidas y atesorar esa sabiduría en nuestros corazones. ¿No está ignorando la palabra de sus padres? ¿Cuál será la forma de demostrarles a sus padres que los ama?
Vv. 26-28. ¿Está dando un buen ejemplo de fe a sus hijos? ¿Tendrán en sus corazones el deseo de seguir los pasos de fe de sus padres?
Oración: Señor, fortalece mi débil corazón.
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