Proverbios 28:1-18
Desde el capítulo 25 continuamos con los proverbios de Salomón escritos durante el reinado de Ezequías. El pasaje de hoy trata sobre la maldad presente en la sociedad y en el individuo.
Enseñanzas
Vv. 1, 13. La persona que tiene una conciencia tranquila es firme en cualquier situación. Pero la persona sin conciencia está en la oscuridad temiendo toda clase de cosas.
Vv. 2, 15, 16. El pecado de una nación influye sobre el gobernador. Además de eso, el pecado del gobernador influye sobre toda la nación. En la época de Ezequías, el reino de Israel del norte estaba peleando internamente por una lucha de poder. En consecuencia, Israel del norte es hecha prisionera por Asiria en el año 722 a. C. Debemos orar para que los que tienen poder no lo utilicen para explotar a los débiles y para que no se hagan prisioneros del poder.
Vv. 4, 7, 9. Si no sabemos la ley, nuestro juicio se vuelve relativo. Pero si vivimos dentro de la gracia de Dios, odiamos el pecado y vivimos de manera justa. La oración de la persona que busca llenar el propio egoísmo y que vive sin tener en cuenta la ley es una oración despreciable.
Vv. 6, 8, 11. Es mejor ser honrado, pobre y fiel, antes que vivir con riquezas adquiridas de manera injusta. ¿Está siendo usurero con la plata prestada a gente de la iglesia?
Vv. 5, 12. Debemos adorar a Dios para que la justicia sea realizada en esta tierra que está llena de injusticia. Especialmente, las personas encargadas de impartir la justicia, los jueces, abogados, fiscales, deben ser correctos ante Dios. Además, los políticos deben servir fieles al pueblo.
V. 13. Si escondemos el pecado, no podemos prosperar. Es difícil aceptar el propio pecado, pero debe confesarlo ante Dios y pedirle perdón. Y luego, deseche el pecado. ¿Cómo reacciona ante el pecado cometido?
Oración: Ayuda a los políticos para que teman tu nombre y gobiernen con una actitud de servicio.
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