Proverbios 26:1-16
El pasaje de hoy nos relata sobre la influencia que tienen los necios y los perezosos.
Enseñanzas
V. 3. Al necio hay que tratarlo con el palo. Dentro de lo posible, hacerlo reflexionar y pensar. Antes de recibir el castigo de Dios, reflexione y arrepiéntase.
Vv. 4, 5. No debemos bajarnos al nivel del necio, pero a veces es necesario utilizar el mismo vocabulario del necio para comunicarnos con él. Pero nos hace falta sabiduría para juzgar cuál es el momento adecuado para aplicarlo.
V. 7. La pierna sin fuerzas que no puede sostener el cuerpo es sólo una carga para el resto del cuerpo. De tal manera, la palabra sabia en la boca del necio es inútil.
V. 9. Imagine a un borracho que tenga en sus manos una antorcha y la esté revoloteando. Es una imagen muy peligrosa. De tal manera, el proverbio en la boca de un necio es así de peligroso. Cuando utilizamos el proverbio de buena manera, consolamos y fortalecemos al prójimo; pero si lo utilizamos de mala manera, se vuelve un arma que lastima a los demás. ¿No es usted un necio que aplica los proverbios a los demás sin aplicarlos a su propia vida?
V. 12. El necio puede darse cuenta de su falta y corregirla, pero el soberbio ni siquiera se da cuenta de sus errores y no hay ninguna esperanza para él.
Vv. 14-16. El necio es perezoso por lo que no quiere mover un solo dedo. ¿No está desperdiciando un precioso tiempo por su pereza? El tiempo del hombre es finito. Deseche las excusas inútiles y procúrese objetivos y cúmplalos de a uno por vez. Ore a Dios para que le provea de fuerzas y paciencia.
Oración; Ayúdame a desechar los pensamientos necios y la pereza y a restaurar la sabiduría y la diligencia.
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