viernes, 11 de octubre de 2019

Cosecharás lo que siembres

Proverbios 21:15-31.

La motivación de las obras del justo es el amor a Dios. Pero el malvado confía sólo en su ser y finalmente alcanza la destrucción. 

¿Cómo es Dios?


V. 30, 31. Es quien decide quién gana o pierde la batalla. Por más que la gente piense que la victoria está frente a sus ojos, quien realmente decide quién es el ganador es Dios. La mayor sabiduría del hombre ni siquiera se compara con la mínima sabiduría de Dios. No confíe en su propio ser, sino sólo en el poder de Dios. 

Enseñanzas

V. 16. Abandonar el camino de Dios por parecerle difícil y arduo, y vivir como toda la gente del mundo es como tirarse uno mismo al océano de la muerte. No abandonemos el camino de la verdad. Cuando llegue el momento, finalmente será el día de la victoria.
V. 17. ¿Qué lugares frecuenta estos días? ¿No son lugares de perdición? Si sigue viviendo de acuerdo al mundo, poniendo como excusa que esa es la forma en que todos viven, lo único que va a lograr es que su vida espiritual sea más decadente cada vez. 
V. 19. ¿No pelea frecuentemente con su esposo/a? ¿Cuál es la razón de tanto conflicto? ¿Está disconforme por el pobre crecimiento espiritual de su esposo/a? Tenga un poco más de paciencia y espere. ¿No compara a su esposo/a con otros y se desanima? Valórelo/a.
V. 20. Debemos vivir valorando las cosas que Dios nos da y ahorrando. Solo los necios gastan sus recursos a su antojo. 
V. 23. La persona que ahorra palabras puede cuidar su vida en los momentos de crisis y tribulación. Por más que parezca trivial, hablemos pensando en la situación del que escucha. Y cumplamos con las promesas dichas aun cuando eso signifique llevar pérdidas. 

Oración: Que los malvados planes de los hombres sean deshechos frente a ti.

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