Proverbios 23:1-14.
La palabra de hoy nos exhorta a buscar la Palabra de Dios sin estar detrás de riquezas necias de este mundo, engañados por la astucia del malvado. Debemos respetar y cuidar a nuestros padres y cuidarnos de no caer en placeres vanos.
¿Cómo es Dios?
Vv. 10, 11. Es el defensor de los indefensos. Por “defensor” nos referimos a un familiar del inocente que fue asesinado, que se encarga de la venganza y de continuar con el linaje de la familia. Jehová va a tomar la causa de los que fueron saqueados y velar que se haga justicia.
Enseñanzas
Vv. 1-3. Cuando reciba la invitación a un banquete, analice bien cuál es la motivación detrás de la invitación y evite caer en la trampa que le tienden. Si desconfía de la motivación del dinero o del banquete que le ofrecen, rechácelo de plano para no caer en pecado. Es muy importante analizar fríamente la situación antes de obrar.
Vv. 4, 5. Nuestro objetivo en este mundo no está en acumular riquezas, sino edificar el reino de Dios y en buscar su justicia. No malgaste su vida en acumular riquezas de este mundo. Porque todas esas riquezas pueden desaparecer de un momento a otro con un solo soplido de Dios.
Vv. 6-8. La vida de las personas con riquezas está llena de egoísmo. La mayoría demuestra generosidad sólo cuando le conviene. No envidiemos la riqueza de los ricos. Es posible que terminemos vomitando todo lo que nos convidaron.
V. 9. ¿No ignora reiteradamente la Palabra de Dios? Escuchar la Palabra de Dios y no aplicarla en la vida es demostrar que no le importa la voluntad de Dios.
Vv. 12-14. Para educar bien a los hijos hace falta un esfuerzo continuo de parte de los padres. Tenga cuidado de no castigar a sus hijos llevado por la emoción del momento. Ore y eduque a sus hijos para que formen una personalidad fiel a la fe.
Oración: Voy a desechar la idea de vivir recibiendo gloria en este mundo.
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