Vestíos del nuevo hombre

Efesios 4:13-24

La primera sección del pasaje (vv. 13-17) expone acerca del propósito (v. 13) y el objetivo (vv. 14-17) del don de la gracia para con la congregación. La segunda sección (vv. 18-24), explica los principios individuales: despojarse el viejo hombre y vestirse del nuevo hombre. 

¿Cómo es Dios?

V. 13. Dios da los dones a los santos para que toda la iglesia alcance la unidad en la fe y en el conocimiento de Jesucristo, y así llegar a la condición de un hombre perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. De este modo, la iglesia es tan madura que acepta la autoridad de Cristo. Este crecimiento de la iglesia hacia la perfección es justamente el propósito de la salvación. ¿Está cuidando la unidad de la congregación en amor y perdón? Examine si algún interés incorrecto es tropiezo a la madurez del otro. ¿Se esmera en servir a los santos por medio de los dones que le atribuyeron?

Enseñanzas

Vv. 14-16. Dios nos dio los “dones” para hacernos sus criaturas genuinas, semejantes a Cristo. Los maestros que enseñan la Palabra deben cuidar a los santos de no confundir el éxito popular con bendición celestial o dejarse llevar por las corrientes de este mundo. Debemos enseñar el amor de Cristo que renueva diariamente nuestro interior con la verdad y a vivir una vida de benevolencia tal como se le exige al pueblo redimido (2:10). La congregación debe amonestarse mutuamente en la perseverancia, en la amabilidad y en no desanimarse en los momentos de aflicción, y ayudarse recíprocamente para vencer cualquier tentación. 

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