Amós 5:1-17
Amós levanta palabras de lamento por la aflicción que sobrevendrá a su nación. Y luego profetiza que, tras la destrucción, habrá una luz de esperanza redentora.
¿Cómo es Dios?
Vv. 4-6, 14. En medio de la sentencia de devastación, Dios le muestra a Israel el camino a la salvación. Ese es el momento justo para buscar a Dios, porque en él están la verdadera vida y felicidad. Empero, ellos pensaban que podían acudir a Dios recurriendo y ofreciendo sus riquezas a las ciudades de Betel, Gilgal y Beerseba; y haciendo peregrinajes hacia esos lugares no alejados, es decir, por medio de prácticas religiosas. Sin embargo, estas actitudes no solo los alejaban más de Dios, sino que agravaban más el pecado (4:4, 5). También en nuestros días, el único camino a la vida es acercarnos a Dios por medio de Jesucristo. ¿De qué manera lo está buscando? Sepa que no podemos ir a través de prácticas religiosas, sino a través del cumplimiento de la voluntad de Dios (v. 14). Dios destruye nuestro Betel, Gilgal y Beerseba para que confiemos solo en él.
Vv. 7-9. Como creador y gobernador de todo el universo, usa su creación según su voluntad para fortalecer al débil y convertir el poder del fuerte en tinieblas. Por lo tanto, solo aquel que se acerca a Dios obtiene la bendición de ser trasladado de la ira a la misericordia, del castigo de juicio a la vida de la salvación por medio de Jesús. Aférrese al nombre poderoso y grandioso de Jehová nuestro Dios, él es fiel a sus promesas.
Enseñanzas
Vv. 1-3. El pueblo de Israel se encuentra en una situación insostenible, en la que nadie lo puede liberar y ha perdido las fuerzas para sujetarse. El pecado trae como resultado esta dura desolación. ¿Cuál cree que es la causa de la desesperación en su vida? Reflexione y arrepiéntase, y levántese nuevamente, contemplando las semillas de esperanza que, por misericordia, Dios dejó en su camino.
Vv. 10-17. Israel fue arruinado a causa de su deshonestidad puesto que sus autoridades fueron injustas en las causas judiciales. El pueblo de Dios no solo debe vivir con justicia en la iglesia sino también en la sociedad a la cual pertenece. Pues de lo contrario, un lamento de gran amargura va a dominar en cada parte de sus vidas. Por lo tanto, antes que lloremos por nuestra desdicha, lloremos de arrepentimiento y vivamos honradamente en todo tiempo.
Oración. Señor, te pido que pueda actuar según tu palabra buscándote siempre en este lugar en donde estoy.
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