Amós 3:1-8
En este pasaje se revela que la maldad de Israel ha acarreado la ira de Dios.
¿Cómo es Dios?
Vv. 1, 2. Castiga al pueblo que más amó de entre las naciones. Si bien, Dios propició una relación íntima y profunda con la nación de Israel, éste fue infiel a ese amor. Abusaron de los beneficios de ese amor, por lo que Dios decide juzgarlos, así como lo hizo con los enemigos de Israel. Medite cuál será corazón del padre cuando nosotros, redimidos por la sangre de su Hijo, no vivimos de acuerdo al llamado de su misericordia.
V. 7. Tiene un plan para su pueblo y lo revela a sus siervos. No hay nada que Él haga sin antes revelarlo. En los últimos tiempos ha hablado por medio de su Hijo (He. 1:1-12). Con el propósito de manifestar el plan del Padre a sus discípulos, Jesucristo, el hijo de Dios, los llamó amigos (Juan 15:15). Incline su oído y escuche lo que Dios le quiere decirle en este momento, confiando en que Dios no hace nada antes de mostrarlo por medio de su palabra en nuestras vidas.
Enseñanzas
Vv. 3-6. Ante la desconfianza del pueblo de Israel acerca del ministerio profético de Amós, el profeta formula siete preguntas con el fin de defender su mensaje como revelación de Dios. A través de ejemplos sencillos de la vida cotidiana en el campo, expone claramente el mensaje de Dios. ¿Está usted seguro de que es claro y sencillo al enseñar o predicar la palabra?
V. 8. El profeta Amós habla en contra de los que lo persiguen por causa del mensaje proclamado (2:12), diciendo que es inevitable profetizar sea quien sea, porque es Dios quien habla por medio de ellos. Podemos aprender que la misión de predicar el evangelio progresa firmemente cuando hay seguridad del llamamiento de Dios. ¿Cómo resiste a las potestades malignas que quieren impedir que usted tenga un testimonio real como cristiano?
Oración. Te pido Señor que pueda predicar con lealtad todos los mandamientos aun en las persecuciones y las burlas.
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