Una vida digna del llamamiento

Efesios 4:1-12

Los capítulos 4 al 6 hacen una presentación sobre la vida de las personas que han sido redimidas. Los versículos 1-16 refieren a la congregación, y los versículos 17-24 se aplican en cada uno de los individuos. El pasaje de hoy corresponde a los principios de la exhortación aplicativa que amonesta a la comunidad cristiana a vivir una vida en unidad.

¿Cómo es Dios?

Vv. 3-6. Dios nos hizo uno en una sola esperanza. La iglesia es un cuerpo unificado dentro de un solo Espíritu, que abraza una sola esperanza, se mantiene sobre una sola fe y sirve a un solo Señor. El modelo de esto es la unidad del Dios Trino. Así como los tres obran en unidad con un solo propósito, los santos redimidos se esfuerzan por vivir dentro del Espíritu Santo abandonando el “yo” (un solo bautismo). Esta unidad es precisamente el propósito de la salvación que Dios planeó desde antes de la creación del mundo (1:10).

Vv. 7-10. Jesús, luego de resucitar y ascender a lo alto, recibió el poder de la soberanía sobre las criaturas (1:20, 21), sujetó con ligaduras a Satanás y ahora le concede las armas de la batalla a su pueblo. Estas armas son precisamente los “dones” ofrecidos a los santos. El hecho que se les hayan concedido los dones a los santos, que fueron hechos nuevas criaturas por medio de la cruz y la resurrección, no es sino para hacer pleno este mundo según su plan original. Esto se cumple por medio de la iglesia (1:23; 3:13), y los santos participan en este objetivo de Dios, empleando los dones que cada uno ha recibido para el servicio en la congregación. 

Vv. 11, 12. Dios le asigna el cargo a cada uno a manera de “regalo”. Pablo presenta especialmente el ministerio de la enseñanza. Cuando la congregación se encuentra arraigada sobre el fundamento de la verdad de Dios (2:20), el cuerpo de Cristo puede edificarse a la perfección. ¿Conoce la administración de la gracia que capacita íntegramente al santo? Cuando el maestro ignora que su ministerio es una “gracia”, se promueve la enseñanza secular y como resultado el cuerpo de Cristo se desmorona. 

Leer artículo completo en Meditación Bíblica Para Cada día Julio-Agosto 2019