Amós 5:18-27
El pueblo de Israel llevaba una vida de aparente adoración esperando el día de Jehová con mucha ansiedad; pero el profeta les advierte que ese día en lugar de salvación les será de castigo.
¿Cómo es Dios?
Vv. 21-24. So solo rechaza toda actitud religiosa externa y formal, sino que también desprecia el ruido de sus cantos. Aunque Israel haya guardado todos los días festivos y alabado a Dios con magníficas canciones, en sus vidas no existían la justicia y la piedad que el Señor demandaba, de modo que todas esas prácticas religiosas solo agravan la ira de Dios (Isaías 1:13, 14). Entonces, si en verdad tenemos temor de Dios, ¿no deberíamos ejercer totalmente la justicia y la piedad en nuestras vidas?
Vv. 26, 27. Por la hipocresía y la incredulidad, lleva a su pueblo al destierro más allá de Damasco. La trágica situación de exilio será aún más agotadora y miserable, porque tendrán que cargar con todos los ídolos (Moloc y Quíun) en quienes confiaban. ¿No se está sometiendo a las cosas del mundo pese a que está recibiendo la reprensión de Dios? Descubra el corazón del Padre que para corregir a sus hijos utiliza como látigo la deportación a la ciudad enemiga.
Enseñanzas
Vv. 18-20. Israel era el hijo elegido para que, en el día de Jehová, le brinde ofrendas con todo su ser y le rinda adoración. Ellos pensaron que por sus ritos disfrutarían de la bendición de Dios. Sin embargo, el profeta les declara, que sus acciones van a ser castigadas cruelmente. Nosotros, que sostenemos firmemente la promesa de la redención, ¿no somos iguales a ellos en no manifestar la verdadera vida cristiana?
V. 25. El pueblo de Israel se había subordinado a Dios en los 40 años que estuvo en el desierto. Este período, había sido para ellos un tiempo de misericordia en el que estaban en íntima relación con él. ¿No nos estamos alejando de él?
Oración. Ayúdame a vivir bajo tu palabra en todo momento para que persiga la justicia.
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