martes, 6 de agosto de 2019

La caída de la gloria de Samaria


Amós 3:9-15    


Continuando con el tema de 3:2, en el pasaje de hoy se expone el pecado de Samaria y pone como testigos a Asdod y Egipto. 

¿Cómo es Dios?

V. 9. Utiliza también a las naciones paganas para la exposición del pecado de su pueblo. Llama a Asdod y Egipto para que sean testigos de las transgresiones de Samaria. ¿Cuál cree que es el problema de la iglesia de hoy? ¿No está Dios llamando a los incrédulos para que vean la corrupción de la iglesia, exponiéndola en los diarios y en la televisión? Reflexionemos acerca de nuestra condición y confesemos delante de Dios antes de que seamos avergonzados.
Vv. 11, 12. Levanta a los enemigos para destruir la fortaleza de Samaria y saquear los tesoros acumulados, castigando de este modo la inmoralidad social. Será completamente destruido, quedando solo restos de huesos. Por lo tanto, aferrémonos a la misericordia eterna del Señor antes que nos sobrevenga el día en que perdamos lo verdaderamente importante.

Enseñanzas
Vv. 9, 10. El pecado de Samaria presenciado por los pueblos gentiles era “las muchas opresiones” y “las violencias cometidas”. Es escandalosa la forma atroz en que las autoridades de ese reino oprimen a los débiles. Demuestra la condición verdadera de descomposición social, totalmente alejados del Shalom (la paz) que debería permanecer en el pueblo redimido. Aún más, si vemos el interior, ellos acumularon muchas riquezas en sus casas abusando del poder y cometiendo engaño, arrebatando sus pocas pertenencias a los pobres en nombre de la religión. ¿No es producto del pecado lo que está acumulado? Derribemos y repartamos a los pobres antes que Dios lo haga.
Vv. 13-15. Si bien Samaria prosperó en gran manera, construyendo casas de invierno y de verano, adornadas de marfil y muchas mansiones, sus vidas eran insensibles, no edificadas en la santa naturaleza de Dios. Ellos, como familia de Jacob, adoraban y reverenciaban a Jehová en Betel, pero en el fondo de sus vidas rebosaban de toda clase de derroches e iniquidades. En consecuencia, toda riqueza y gloria fueron destruidos en un cerrar y abrir de ojos, por la ira de Dios. ¿A pesar de tantos estudios bíblicos y cultos, aún continuamos pecando?

Oración. Señor, ayúdame a atender las necesidades de los demás y renunciar a mis ambiciones y codicias.

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