domingo, 21 de julio de 2019

Un casamiento dramático

Rut 4:7-22

La redención de la herencia de Elimelec por parte de Booz no se trata de una simple cuestión familiar, sino de todo el pueblo de Israel y del cumplimiento del propósito soberano y el plan grandioso de Dios, porque más adelante nace de ellos el rey David, el ancestro de Jesucristo, quien vendrá como el Rey eterno y realizará el verdadero reino de Dios. 

¿Cómo es Dios?

Vv. 13-17. Es restaurador. Dios tomó el vacío y la amargura (“mara”) de Noemí y los reemplazó con abundancia y gozo (“Noemí”) a través del hijo que les dio a Rut y Booz. Hizo que Obed sea el restaurador de la vida de Noemí y el protector que la cuidará en su vejez.  

Vv. 17-22. Restaura su reino. El libro concluye con la genealogía de David para demostrar que lo que le pasó a Noemí y Rut era parte de la obra salvadora permanente de Dios a través de los siglos. Esto nos sugiere que Dios restaurará el reino caído a través de Dios, así como Booz restauró una familia destruida. El Señor Jesucristo, quien es descendiente de David, nos redimió de la esclavitud del pecado y nos restauró. 

Enseñanzas 
Vv. 7, 8. El pariente-redentor más cercano, cuyo nombre no ha sido declarado, se quitó el zapato y lo entregó a Booz. Esto simbolizaba la transferencia de su derecho a redimir. Tomó esta decisión porque no quería perjudicar su propia herencia. Sin embargo, este hombre no sintió vergüenza alguna. Es muy importante saber y grabar en el corazón lo vergonzoso que desobedecer la Palabra de Dios debido a mis ambiciones.

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