Rut 2:1-13
Se presenta la escena del encuentro entre Rut y Booz en el campo. Este encuentro no fue accidental, sino que estaba dispuesto en los planes de Dios.
¿Cómo es Dios?
Vv. 1-3. Guía a Rut al campo de Booz. Rut fue al campo a recoger espigas, para cumplir su lealtad a su suegra. Allí, ella se encontró “por casualidad” a Booz. En un principio, el encuentro se había dado sin ninguna intención humana. Pero por sobre todo lo que parece casualidad en nuestra vida, está la guía invisible de Dios. Dios nos guía según su providencia respetando, en la medida de lo posible, nuestro libre albedrío. Por eso, él desea que le sirvamos voluntariamente. Hagan lo que hagan, háganlo de manera natural; entonces el Señor guiará sus pasos por el sendero del bien.
Vv. 11, 12. Premia abundantemente a Rut porque ella vivió una vida digna. Booz la bendice basándose en la generosa actitud de Rut. El ser humano no puede vivir ni un segundo sin la bendición de Dios. Booz oró para que Rut pudiera ser abundantemente premiada por el Señor (v. 11). Ella vino a refugiarse bajo las alas de Jehová, expresión que en definitiva significa que ella pasó a estar bajo la protección de Booz. Dios no nos derrama su gracia dependiendo de nuestros logros, pero debemos vivir como el pueblo de Dios para continuar disfrutando de ella. El Señor protege personalmente al pueblo que vive sometiéndose a él; él jamás lo defraudará.
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