Santiago 2:1-13
Este pasaje explica específicamente el ejemplo de 1:9-11. Santiago dice que discriminar a las personas por sus riquezas (apariencia) es un acto de violación a la ley suprema del amor hacia el prójimo.
¿Cómo es Dios?
V. 1. Dios permitió que tengamos fe del glorioso Señor Jesucristo. Si reconocemos que Jesucristo es el único digno de recibir la gloria, no debemos mostrar favoritismos (v. 3). Quien discrimina a las personas por sus aspectos externos no tienen la fe que glorifica al Señor.
V. 5. Dios eligió al pobre para que sea rico en fe y darle como heredad su Reino. Aunque sea pobre, si ama al Señor es un verdadero rico. Cantemos con alabanzas al Señor que nos hizo rico, y honremos a los demás hermanos ricos en fe.
Vv. 12, 13. Nos condena a muerte o nos redime de ella según la compasión que hayamos tenido por los demás. No es que los hechos justifiquen la salvación, sino que la verdadera fe se manifiesta por medio de las obras. Si no compartimos la misericordia que Dios nos dio (Efesios 2:4), el Señor tampoco nos tendrá compasión en el día del juicio.
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