martes, 23 de octubre de 2018

Perseveren con paciencia hasta el final

Perseveren con paciencia hasta el final Hebreos 10:26-39

Negar intencionalmente el sacrificio del cuerpo de Cristo, es renunciar toda esperanza de salvación. En el pasaje de hoy, el autor advierte sobre el espantoso juicio que les espera a quienes pecan con obstinación.

Enseñanzas

Vv. 26-31. Si seguimos pecando obstinadamente después de haber conocido la salvación, ya no habrá más perdón de los pecados. Será imposible escapar del terrible juicio de Dios si, habiendo conocido la verdad, negamos el nuevo camino de vida que Cristo nos abrió para acercarnos a Dios. Por tanto, a todos los que regresan a su antigua religión lo único que les espera es el terrible juicio de Dios. Porque si, todo el que estando bajo el antiguo pacto era ejecutado sin compasión por desobedecer la ley de Moisés, entonces cuánto mayor será el castigo para el que rechaza el sacrificio de Cristo y desprecia la gracia del Espíritu Santo. Es justamente por este juicio de Dios que el autor advierte anticipadamente a los cristianos a no caer en los engaños de su religión antigua. Por lo tanto, debemos apartarnos del pecado de negar a Jesús y tener cuidado con el peligro de caer y alejarnos del camino de la salvación. Por consiguiente, debemos ser precavidos y no cometer el pecado más grave de pisotear deliberadamente al Hijo de Dios, considerar la sangre del pacto – la cual nos hizo santos – como si fuera algo vulgar e inmundo e insultar al Espíritu de la gracia. ¿Está siendo tentado por el deseo de negar la cruz del Señor? Retroceda inmediatamente. Tenga siempre cuidado de no caer en la ira del Dios vivo, pues aun su propio pueblo será objeto de su venganza cuando se aparten de la fe.

Vv. 32-35. Los lectores del siglo I soportaron muchos sufrimientos. Algunas veces fueron insultados y maltratados públicamente, y otras veces ellos mismos se solidarizaron con los que eran tratados de igual manera. Además, aceptaron con alegría cuando, por causa de la fe, fueron metidos en la cárcel y les quitaron todos sus bienes. Por lo tanto, no desechemos la firme confianza, aun en el peor de los sufrimientos.

Vv. 36-39. Necesitamos perseverar con paciencia, para que una vez que hayamos hecho la voluntad de Dios, recibamos lo que él ha prometido darnos. Por lo tanto, debemos ser pacientes y vivir por la fe hasta el final, y no caer en la condenación aun en los momentos de dificultad, porque el Señor vendrá pronto a consolarnos.

Oración: Señor, dame de tu gracia y tu poder para que pueda perseverar hasta el final y no volver atrás.


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