“No endurezcan sus corazones” Hebreos 3:7-19
Como resultado de la superioridad de Cristo, que se muestra de forma natural, pasa a advertir que si no cuidan la fe pueden alejarse de la salvación, como les pasó a los israelitas en el desierto.
¿Cómo es Dios?
Vv. 15-18. Se enojó con los que no le obedecieron. Por esta razón no pudieron entrar a descansar en el reposo del Señor. El pueblo de Israel salió de Egipto bajo la guía de Moisés. Pero por su desobediencia no pudieron entrar en el reposo. Como fieles cristianos no debemos, de ninguna manera, enorgullecernos y distraernos, porque Dios puede desechar a aquellos que se alejan de la fe y caen en desobediencia. No piense que porque ha obtenido la salvación puede vivir a su antojo. Tenga cuidado.
Enseñanzas
Vv. 7-11. Debemos tomar como nuestra la advertencia que le dio al pueblo de Israel cuando caminaron como peregrinos en el desierto y endurecieron su corazón y desobedecieron a Dios. Por esto Dios se enojó contra ellos y no dejó que entraran a Canaán, la tierra prometida. Dios nos cuida hasta el final en el camino del peregrinaje, pero debemos seguirlo con fe. De ninguna manera estaremos seguros, si nos quedamos solamente con el título de fieles, pero llevamos una vida de desobediencia y no seguimos por fe a Jesús.
Vv. 12-14. Para no apartarse de la salvación, debe abandonar la duda y la incredulidad. Hay que cuidarse de no caer en pecado y cerrar el corazón al Señor. Debe reunirse con los hermanos en Cristo y exhortarse y animarse unos a otros. Uno no puede llevar una vida cristiana en soledad. La fe se hace más fuerte cuando se permanece en unión con los hermanos de fe. Hay que mantener firme la fe que se tuvo al principio hasta el final, y velar para no caer.
V. 19. Hubo en Israel personas que, habiendo probado el poder de Dios, no creyeron hasta el final. Esto no es únicamente un problema del pueblo de Israel. No todos son verdaderos fieles porque llevan una vida de religiosidad. Recuerde que, si de corazón no cree y obedece a Dios, no puede entrar en el reposo.
Como resultado de la superioridad de Cristo, que se muestra de forma natural, pasa a advertir que si no cuidan la fe pueden alejarse de la salvación, como les pasó a los israelitas en el desierto.
¿Cómo es Dios?
Vv. 15-18. Se enojó con los que no le obedecieron. Por esta razón no pudieron entrar a descansar en el reposo del Señor. El pueblo de Israel salió de Egipto bajo la guía de Moisés. Pero por su desobediencia no pudieron entrar en el reposo. Como fieles cristianos no debemos, de ninguna manera, enorgullecernos y distraernos, porque Dios puede desechar a aquellos que se alejan de la fe y caen en desobediencia. No piense que porque ha obtenido la salvación puede vivir a su antojo. Tenga cuidado.
Enseñanzas
Vv. 7-11. Debemos tomar como nuestra la advertencia que le dio al pueblo de Israel cuando caminaron como peregrinos en el desierto y endurecieron su corazón y desobedecieron a Dios. Por esto Dios se enojó contra ellos y no dejó que entraran a Canaán, la tierra prometida. Dios nos cuida hasta el final en el camino del peregrinaje, pero debemos seguirlo con fe. De ninguna manera estaremos seguros, si nos quedamos solamente con el título de fieles, pero llevamos una vida de desobediencia y no seguimos por fe a Jesús.
Vv. 12-14. Para no apartarse de la salvación, debe abandonar la duda y la incredulidad. Hay que cuidarse de no caer en pecado y cerrar el corazón al Señor. Debe reunirse con los hermanos en Cristo y exhortarse y animarse unos a otros. Uno no puede llevar una vida cristiana en soledad. La fe se hace más fuerte cuando se permanece en unión con los hermanos de fe. Hay que mantener firme la fe que se tuvo al principio hasta el final, y velar para no caer.
V. 19. Hubo en Israel personas que, habiendo probado el poder de Dios, no creyeron hasta el final. Esto no es únicamente un problema del pueblo de Israel. No todos son verdaderos fieles porque llevan una vida de religiosidad. Recuerde que, si de corazón no cree y obedece a Dios, no puede entrar en el reposo.
Oración: Ayúdame a no endurecer mi corazón y a seguir con una fe firme el camino de peregrino.
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