jueves, 18 de octubre de 2018

El mediador de un mejor pacto

El mediador de un mejor pacto Hebreos 8:1-13

Los capítulos 8 y 9 explican cómo podemos gozar de los beneficios del nuevo pacto, por medio de la perfección de Jesús. Con este propósito, el autor procede a relacionar la superioridad del sumo sacerdocio de Jesús.

¿Cómo es Dios?
Vv. 1, 2. Jesús ministra como sumo sacerdote en el santuario celestial, por nosotros. Él se entregó como sacrificio eterno en el santuario celestial y entró al cielo. Justamente la expresión “se sentó a la diestra de Dios” significa que la obra redentora de Cristo ha sido consumada perfectamente, y que gracias a esta obra redentora podemos entrar en la presencia de Dios.

Vv. 3-6. Cristo presentó ofrendas muy diferentes a las que los sacerdotes de esta tierra dieron, pues, se entregó a sí mismo, santo y sin mancha. La proposición de los sacerdotes levitas era de esta tierra, es decir, una copia y figura de lo que hay en el cielo. Pero ahora, se estableció el nuevo pacto por medio de la expiación escatológica del Hijo de Dios. Cristo, como el mediador del nuevo pacto, ha venido a completar el antiguo pacto.

Vv. 7-9. Por su maravillosa gracia, estableció el nuevo pacto en lugar del defectuoso pacto viejo. El hecho de que el antiguo pacto sea defectuoso no significa que éste fue de condición inferior, sino que fue quebrantado por los propios israelitas involucrados en aquel pacto. Sin embargo, Dios por su amor y su fidelidad declaró que establecerá un nuevo pacto.

Enseñanzas

Vv. 10-12. El nuevo pacto es superior al antiguo pacto. Primero, bajo el nuevo pacto, la ley de Dios será escrita en el corazón del hombre y, por tanto, entrará en una íntima relación con Dios. Segundo, bajo el nuevo pacto, desde el más pequeño hasta el más grande conocerán al Señor. Esto significa que, no sólo los sacerdotes, sino también todas las personas conocerán personalmente a Dios. Tercero, bajo el nuevo pacto, Dios perdona los pecados y no se acordará más de ellos. Es decir, el problema del pecado queda resuelto de una vez y para siempre; y la muerte es vencida mediante el perdón de los pecados. Por lo tanto, demos gracias a Dios por su maravillosa gracia que ha venido sobre nosotros por medio de Jesucristo.

Oración: Gracias, Señor, por permitirme vivir bajo el nuevo pacto mediante Jesucristo.
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