El Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec Hebreos 7:11-19
El pasaje desarrolla el ministerio del Sumo Sacerdote: guiar a los fieles a la presencia de Dios, por cuanto los sacrificios que ofrecían los sacerdotes de la descendencia de Aarón no eran perfectos.
El pasaje desarrolla el ministerio del Sumo Sacerdote: guiar a los fieles a la presencia de Dios, por cuanto los sacrificios que ofrecían los sacerdotes de la descendencia de Aarón no eran perfectos.
¿Cómo es Dios?
V. 11. Estableció el Sacerdocio perfecto. La designación de un Sumo Sacerdote de la línea de Melquisedec se debió a que el ministerio sacerdotal del orden de Aarón era imperfecto, por lo que debemos acercarnos a Dios por medio de la fe en Cristo y no apegarnos a los sacrificios establecidos por la ley. Al parecer, estas palabras fueron escritas teniendo en cuenta a los judeo-cristianos que estaban siendo tentados a regresar nuevamente al judaísmo. Por lo tanto, debemos recordar que la redención se efectúa sólo por medio de Cristo, el sacerdote perfecto.
Vv. 12-15. Cambió la ley provisional por la ley eterna. Debido a que la función sacerdotal del antiguo pacto era muy elemental, si había cambio de sacerdocio entonces también debía cambiarse la estructura general de la ley. La afirmación de que Jesucristo es sacerdote de la tribu de Judá, significa que debe haber una transformación en cuanto a la aplicación de la ley. En efecto, Cristo ha llegado a ser, independientemente del requisito legal respecto a linaje humano, el Sumo y Eterno Sacerdote que nos conduce a Dios. ¿Vive, aún, atado al régimen antiguo y provisional?
Vv. 16-19. No se constituyó en Sumo Sacerdote según la ley humana, sino según el poder de una vida que no puede ser destruida. Jesucristo, Sumo Sacerdote del orden de Melquisedec, se diferencia en varios aspectos de los demás sacerdotes de la línea de Aarón. Primero, no llegó a ser Sumo Sacerdote conforme al linaje humano, sino conforme al poder de una vida indestructible. Dios mismo hizo la promesa de que Él sería el eterno sacerdote (Salmos 110:4). Segundo, los sacerdotes del orden de Aarón eran imperfectos por su condición de mortal, pero Jesucristo llegó a ser Sacerdote para siempre por su resurrección. Tercero, el sacerdocio aarónico establecido por la ley era un sistema débil e inútil para redimir los pecados, sin embargo, Jesucristo perfecciona a los cristianos para que puedan acercarse a Dios. Cristo, cuya redención nos purifica de una vez y para siempre de nuestros pecados, es nuestra mejor esperanza por la cual nos acercamos a Dios. Por tanto, no debemos abandonar a Cristo y volver a la incredulidad, a pesar de ser difíciles y arduos.
Oración: Te alabo por darme una mejor esperanza mediante la redención del Sumo Sacerdote Jesús.
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