lunes, 10 de junio de 2019

David está en las manos de Dios

1 Samuel 23:1-14

David no solo escapaba de la persecución de Saúl, sino que al mismo tiempo obraba activamente como el salvador del pueblo de Israel. En el pasaje de hoy David obedece fielmente la guía de Dios en su primera guerra.

¿Cómo es Dios?
V. 14. Aunque Saúl utilizaba a todas sus tropas para buscar a David, no lo pudo capturar. Y si bien sabía el lugar en donde David se escondía, no pudo encontrarlo, porque Dios estaba protegiéndolo. Cuando los enemigos visibles parezcan invencibles, si Dios no lo permite, no van a poder tocarle un solo pelo. Dios lo está protegiendo cada minuto y cada segundo. ¿Es sensible a la mano de Dios que es mucho mayor que todo este mundo?

Enseñanzas

Vv. 1, 2, 4. David estaba en una difícil situación. Siendo un fugitivo se preocupaba en buscar la voluntad de Dios y en salvar al pueblo de Israel. David no ignora el dolor de Keila y se levanta activamente. Cuando estamos preocupados en proteger nuestra vida, no podemos escuchar el dolor del prójimo; si estamos atrapados en los propios problemas, no podemos poner un pie en la obra de Dios.

Vv. 3, 4. Cuando David se enfrentó a la opinión contraria, no utilizó el poder para reprimirla, sino que le preguntó nuevamente a Dios. No debe dejar que sus sentimientos sean heridos por la oposición; es importante utilizarlo para buscar la voluntad de Dios.

V. 7. Saúl interpretaba todas sus realidades de manera egocéntrica. Una persona llena del Espíritu Santo no es una persona egocéntrica, es una persona centrada en la voluntad de Dios. ¿Está lleno del Espíritu Santo?

Vv. 12, 13. David pregunta a Dios la solución para la crítica situación. Dios le dice a David que los habitantes de Keila, a quienes David había salvado, en vez de protegerlo, lo iban a traicionar con Saúl. ¿En quién confía en sus momentos de crisis?

Oración: Te doy las gracias por tu gobierno en mi vida.


 

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