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El
nombre del autor, Miqueas, es una abreviatura de las palabras hebreas que
significan: “¿Quién como Jehová?”. Miqueas era de Moreset, que estaba cerca de
Gad, a unos 45 Km. de Jerusalén. Actuó durante los reinados de Jotam, Acaz y
Ezequías (1:1) y fue contemporáneo de Oseas e Isaías, época de la profecía
clásica, en la segunda mitad del siglo VIII a. C. Generalmente su profecía está
destinada a Judá con su capital Jerusalén. Era un hombre de la zona rural, conocedor
de la vida del campo.
Características del libro:
La
profecía de Miqueas nos lleva desde Belén hasta el señorío de Cristo (5:2), con
una belleza poética exquisita.
La
palabra clave de este libro es “pleito” (6:2), indica que el hombre ha roto la
alianza. El pasaje 7:18-19 (en hebreo un breve poema de 12 líneas) bastaría
para demostrar que la Biblia es Palabra de Dios, ya que no existe tal expresión
en toda la literatura humana. El texto 6:6-8 es una de las manifestaciones de
la religión espiritual más sublimes y apasionadas que contiene el Antiguo Testamento.
La
temática se asemeja a la de Amós. Miqueas se detiene a desenmascarar la crisis
espiritual, social, política y económica que aqueja a Judá. Desenmascara: la
expansión de los latifundios, opresión de los pobres, abusos en las clases
dirigentes (3:1ss.), corrupción general (7:1ss.). Véase la picante sátira
contra los acaparadores de tierras (2:1-5). Judá vive en una falsa seguridad;
la capital es una madriguera de crímenes (3:9-11). En dos ocasiones, Miqueas,
desenmascara las función ideológica del falso profeta que legitima el pecado
(2:6-11 se refiere a 2:1-5 y 3:5-8 a 3:1-4). Detrás de este cuadro sombrío, el
profeta entrevé una conversión (7:7-10) y la gloria futura de la dinastía
davídica. El grandioso texto de 5:1-6 celebra el nacimiento del libertador en
Belén, lugar de origen de la dinastía de David. El lenguaje recuerda las
profecías del Emanuel y del Rey de Paz (Isaías 7:14 y 9:6ss). Anuncia la
restauración de los muros de Jerusalén, la recuperación de las fronteras
ideales del reino y la reedición de los portentos del éxodo de Egipto
(7:11-20). El último vs. 20 relaciona la salvación futura con las promesas
realizadas a los patriarcas.
Estructura y contenido del libro:
Es
visible, en la estructura del texto, una alternancia de:
Amenazas A. 1 – 3.
Promesas B. 4 – 5.
Amenazas A´. 6:1 – 7:7
Promesas B´. 7:8 – 20.
La
última sección produce un efecto hermenéutico muy claro, es una relectura de
todo el libro al servicio de la esperanza salvadora de Dios. El castigo ya está
asumido, la lección está aprendida y por eso podemos esperar en Dios, el Dios
del Éxodo y de los patriarcas. Comparemos esta última sección con la confesión
de Nehemías cap. 9. Por eso las denuncias del profeta van más allá de los
primeros oyentes que la rechazan. Cómo se hizo carne en Nehemías se puede hacer
carne en nosotros. Apropiémonos de la Palabra. Miqueas es Palabra de Dios para
nosotros hoy.
Meditemos
en el libro del profeta Miqueas aplicándolo en nuestro contexto de
familia/iglesia/sociedad.
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