1 Samuel 15:1-16
Saúl desobedece la “voz” (v. 1. Traducción literal de “Palabra”) de Dios de aniquilar a Amalec, repitiendo así el pecado de Acán (Josué cap. 7). El capítulo 15 es el punto de inflexión crucial desde el cual la vida de Saúl se convierte en tragedia.
¿Cómo es Dios?
V. 1. Es misericordioso y compasivo que da la oportunidad del arrepentimiento. Que Samuel haya venido otra vez a Saúl y le haya hablado la Palabra (“voz”) de Jehová significa que Jehová aún no abandonó lo completamente y que le está dando la oportunidad de ser renovado. Dios nos está diciendo hoy también las mismas palabras.
Vv. 2, 3. Ciertamente se acuerda de su promesa y la realiza. Los amalecitas fueron el primer pueblo en atacar a Israel después de su escape de Egipto (Éxodo 17). Y Jehová dijo que traería juicio contra Amalec. Dios se acordó de esta maldad de Amalec y quiso eliminarlo completamente por medio de Saúl. ¿Ha sido ofendido por poderes o personas que lo pusieron en aprietos? Tenga fe en que Dios se acordará y lo vindicará. V. 11. Mira cómo Saúl rechaza la oportunidad y se arrepiente de haberlo hecho rey. A través de la expresión “se arrepintió” (que no cuadra con él), podemos conocer a un Dios que trabaja en nosotros esperando una reacción personal. ¿Acaso piensa ociosamente que Dios le va a seguir amando y perdonando sin importar lo que haga?
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