Aunque Saúl intentó excusarse afirmando haber capturado las vacas y las ovejas para “sacrificarlas” (v. 15) y culpando al “pueblo”, Dios revela que destruirá su trono y lo rechazará.
¿Cómo es Dios?
Vv. 17-19. Exalta al pequeño y humilde. Si bien Saúl era del clan más débil de la tribu más pequeña de Israel, Dios lo hizo rey porque él se humilló a sí mismo. No obstante, Pero cuando abandonó este amor y esta gracia y no obedeció a la voz del Señor, Dios también lo abandonó. Dios nos hizo sus reyes y sacerdotes aun cuando éramos por naturaleza hijos de la ira. No olvidemos esta gracia de nuestro Padre Celestial.
Vv. 20-23. Más le agrada al Señor que se le obedezca, y no que se le ofrezcan los mejores animales. La observancia religiosa sin obediencia es idolatría porque utiliza el sacrificio con el fin de saciar su propia codicia. Si no escuchamos la voz de Dios en la vida cotidiana, él no admitirá nuestros cultos por más materiales vertamos o esfuerzos que hagamos.
Vv. 26, 29. Desecha al rey que él mismo escogió y entronizó. Esto significa que él abandona a su pueblo. Es una declaración impactante. Tómelo como una advertencia de que esto puede llegar a ser una realidad también para usted si continúa ignorando a Dios. Ciertamente cumplirá las palabras de Juicio así como la promesa de la vida eterna.
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