martes, 20 de diciembre de 2016

LA SANTIDAD COMO LA PRINCIPAL VOLUNTAD DE DIOS

Texto : 1 Tesalonicenses 4:1-8

En la palabra de hoy, Pablo y Silas exhortan a los hermanos a vivir de acuerdo al propósito por el cual Dios los llamó que es la santidad. Especialmente hace hincapié sobre la santidad en la vida sexual de los hermanos que recién se han convertido de la cultura mundana.

 Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más.
Porque ya sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús;
pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación;
que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor;
no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios;
que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado.
Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación.
Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo.
¿Cómo es Dios?
Vv. 3, 7, 8. Nos ha llamado para que seamos santos y nos ha dado su Espíritu Santo. El que se rehúsa a vivir una vida en santidad se está rehusando al propósito de Dios y a Dios. Pablo llama “rebeldes y abominables, reprobados en cuanto a buena obra” a todos aquellos que dicen conocer a Dios pero que lo niegan con los hechos (Tito 1:16) ¿Está usted representando al pueblo de Dios a través de una vida santa?
V. 6. El Señor es el vengador de aquellos que hacen el mal y se rehúsan a ser santos. Sacará a la luz hasta los pecados más secretos.

Enseñanza
Vv. 1, 2. Exhorta para que sus maneras de comportarse progresen cada día para agradar a Dios. Dios no mira nuestra sabiduría sino la obediencia. Oremos para que pongamos nuestra prioridad en agradar el corazón de Dios y reflejemos nuestros conocimientos a través de la obediencia a él.

Vv. 3-5. Expresa la santidad como la abstención a las inmoralidades sexuales. Es una exhortación para que cuidemos nuestro cuerpo como templo y morada del Espíritu Santo.

V. 6. Advierte que nadie peque y defraude en este asunto. En estos tiempos muchas personas son más permisivas acerca de este tema pero hay que tener cuidado, hay que medir con la regla de la Palabra y no con las de este mundo.


Oración: Que pueda vivir cada día en santidad. Amén.
(Encuentra el estudio completo de este día en el libro de Meditación Bíblica Perú para cada día Noviembre - Diciembre 2016)

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