sábado, 24 de diciembre de 2016

EL LLAMAMIENTO DEL CRISTIANO

2 Pedro 1:1-11

Pedro enfatiza la fe y amonesta crecer en la fe. El propósito es proteger a los santos de las enseñanzas de los falsos maestros y de las teorías herejes que habían invadido a la iglesia.


 Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra:
Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús.
Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,
por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;
vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento;
al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad;
a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.
Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.
Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados.
10 Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.
11 Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
¿Cómo es Dios?

V. 3. Nos llamó por medio del poder del Espíritu Santo y nos concedió como regalo “la vida” y “todas las cosas que pertenecen a la piedad”. Por medio de Cristo nosotros nos comunicamos con Dios quien nos ofrece todo lo necesario para poder gozar de las bendiciones celestiales. Contemplemos el amparo del Espíritu Santo, quien nos da la faculta de experimentar la Gloria de Dios y llevar una vida de piedad.

V. 4. Nos dio sus preciosas y magníficas promesas. Por estas promesas escapamos de las pasiones del mundo corrompido por el pecado y participamos de la naturaleza de Dios. Alabemos al Padre quien: nos sacó de la ruina y nos hizo colaboradores de su gloria.


Oración: Haz que con la clara identidad del poder que otorga la preciosa fe venza esta generación caótica. Amén. 

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