viernes, 28 de diciembre de 2018

Enviaré a un siervo

Malaquías 2:17-3:5
Dios enviaría al Mesías para restaurar los sacrificios corrompidos (1:7-14), los matrimonios con las mujeres gentiles (2:10-17), y para juzgar a los que maltratan a pueblos débiles.

¿Cómo es Dios?
V. 1. Enviando al siervo (Juan el bautista) presenta y prepara el camino para la llegada del Siervo del pacto (Jesús), tan esperado por el pueblo de Israel. Ahora, nosotros estamos esperando la segunda venida del Señor. ¿Está esperando la llegada de ese día?

Vv. 2-4. Como poniendo a fuego el oro para purificar, así lo hace para con los hijos de Leví (el pueblo escogido) para que ofrezcan el sacrificio puro. Dios desea que le ofrezcamos un verdadero sacrificio de corazón. Aún hoy nos está renovando para que seamos esos “hijos de Leví” purificados. Todo nuestro sacrificio puro (nuestra vida santificada) es el gozo de Dios. Enseñanzas

V. 17. Dios es el único quien puede juzgar con verdadera justicia. ¿No está confundiendo la justicia? El centro de la justicia y bondad es Dios, y no nuestros beneficios. No tiene que ser aquel que juzgue en la iglesia, en el trabajo o en la familia, sino debe ser obediente.

Cap. 3:5. Los hechiceros, adúlteros, mentirosos y los defraudadores serán todos juzgados por Dios. El “extranjero” era aquella persona que se había convertido y eran, en esa época, social y económicamente humildes. ¿Todavía está haciendo algo ilegal? ¿Está ganando en forma inapropiada? ¿Tambalea ante las tentaciones sexuales? Si está tratando con injusticia a los empleados humildes o extranjeros, arrepiéntase ahora y vuélvase a Dios.

Oración: Te agradezco por limpiarme con Tu Palabra. Te ofrezco mi vida como un sacrificio agradable.

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