Sábado 21 de Enero Lucas 3:1-14
LAS CONDICIONES PARA LA SALVACIÓN
La
situación política, social y religiosa era deplorable en Israel. Los destinos
integrales del pueblo estaban en manos de un extranjero que no conocía la
Palabra de Dios. Por esa razón el pueblo estaba pecando bajo la ira de Dios.
Ese fue el marco de la llegada del Reino de Dios.
¿Cómo es Dios?
V. 2.
La revelación, suspendida desde los tiempos de Malaquías, es reinaugurada con
la aparición de Juan el Bautista. Juan debía entrar desde el desierto (Isaías
40:3); y creció en el desierto para preparar el camino al Ungido. ¿Cómo se
prepara para recibir la Palabra de Dios?
Enseñanzas
Vv.
3-6. Solo aquellos que se arrepienten pueden experimentar el Reino de Dios. El bautismo
de Juan es símbolo del arrepentimiento. Arrepentimiento es el quebrantamiento
de la soberbia para cambiar la dirección de la vida. El arrepentimiento le abre
la puerta al Señor. ¿Tiene soberbia y solo busca renombre y fama?
Vv.
7-9. El pueblo de Israel era descendiente de Abraham sin el fruto de
arrepentimiento, por lo tanto son hijos del maligno. Que esté bautizado o en
una iglesia no hace hijo de Dios. Debe mostrar frutos de arrepentimiento. ¿Cuál
es su estado espiritual?
Vv.
10, 11. Los que se arrepienten de sus pecados lo demuestran con sus vidas. Por
abandonar el pecado del egoísmo ahora ayudan al prójimo. ¿Quién necesita ayuda?
Vv.
13, 14. Arrepentirse es cambiar las formas de la vida. Tiene que abandonar toda
clase de corrupción en el trabajo, estudio, impuesto y en todos los sitios
donde tiene influencia. ¿Lleva una vida limpia en todo sentido? ¿Está
oprimiendo al débil o ganando dinero con métodos corruptos?
Oración: Me arrepiento y te pido perdón por
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Amén.
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