Proverbios 1:8-19
La primera sabiduría que Dios nos enseña a través de nuestros padres, es que no debemos escuchar los consejos egoístas de los malvados ni seguirlos para asechar sin motivo al inocente.
¿Cómo es Dios?
Vv. 8, 9. Nos da palabras sabias, así como los padres que les enseñan a sus hijos amados el camino correcto de la vida. El Dios que diciplina a los hijos mediante la ley y la amonestación a través de los padres, le regalará una vida noble como una corona y un collar de oro cuando viva en la Palabra de sabiduría. No descuide la voz del Padre que le habla todos los días, llamándole “hijo mío”.
Enseñanzas
Vv. 8, 9. Es responsabilidad de los padres criar a los hijos (comisionados por Dios) en la palabra de Dios (Éxodo 12:26, 27; Deuteronomio 6:20-25) y no para que vivan en la comodidad del mundo ni para que susciten envidias y se destaquen en el mundo. Ellos recibirán el verdadero honor y verdadera gloria cuando sean criados con los valores celestiales y con el corazón del Padre celestial.
Vv. 10-15. El perverso pone asechanzas contra los inocentes, incluso de manera sigilosa, mezquina y usando la violencia, con el fin de obtener ganancias propias. Lo hace sin motivo y sin discernir el objetivo. Son personas frías, sin embargo, son leales mutuamente y se juntan fuertemente (v. 14). Jesús dice “Levantaos, vamos” (Marcos 14:42) por el camino que da vida a otras personas, a través de la consagración y
la autonegación de sí mismo; pero el mundo seduce a nuestros hijos en las sendas de los violentos, diciéndoles “ven con nosotros para que prosperemos”. ¿Qué camino les enseña a sus hijos a ir? ¿No está dejando atrás lo eterno para obtener logros inmediatos?
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