Juan 3:1-8
Tras marcar la deficiencia de la esencia del judaísmo (el milagro de Caná) y romper con el viejo régimen central de la religión judía (la purificación del templo), he aquí la entrada en escena del que podríamos considerarlo como representante del fariseo devoto, Nicodemo. Podemos ver que personas como Nicodemo también deben nacer de agua y del Espíritu para formar parte del pueblo de Dios. La expresión “el que no naciere de nuevo” que aparece en el v. 3 debemos entenderla como “el que no naciere de arriba”.
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Oración: Que pueda ver el Reino eterno a través del Espíritu Santo y no por medio de la sabiduría e inteligencia humanas.
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